UN POCO DE HISTORIA

 

“Si pretendemos hablar de la Parroquia Catedral Nuestra Señora del Carmen, de La Dorada (Caldas), debemos, entonces realizar un recuento sobre la historia del asentamiento de los colonizadores, la formación del caserío y posterior constitución como municipio para el 23 de abril de 1923 según Ordenanza N° 43” 1

 

En 1933 se construyó una pequeña capilla para celebrar las primeras Eucaristías con sacerdotes que provenían de la Diócesis de Ibagué. Pero las obras de la construcción del templo comenzaron hacia el año de 1930 con el P. Herrera y terminaron en 1960 bajo el P. Héctor López García.

 

Fue erigida como parroquia según el Decreto n°8 de 1953 firmado por el Administrador Apostólico de la Diócesis de Ibagué, Monseñor Arturo Duque Villegas siendo nombrado como primera párroco el P. Jesús Antonio Gil.  Ha tenido hasta el momento quince (15) párrocos.

 

En 1964 la Arquidiócesis de Manizales, debido al crecimiento del municipio, creó dos nuevas parroquias: La de San Judas Tadeo (según decreto 392) y la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús (según decreto 392)

 

El 29 de marzo de 1984 se crea la Diócesis de La Dorada – Guaduas según las Letras Apostólicas del Papa Juan Pablo II, nombrando como primer Obispo a Mons. Fabio Betancur Tirado. Y creando como Catedral a la Parroquia de Nuestra Señora del Carmen de la Dorada y como cocatedral a la Parroquia de San Miguel Arcángel de Guaduas.

 

El 30 de junio de 1991 el Sr. Obispo crea canónicamente la Parroquia de la Milagrosa

 

El 31 de julio de 1999 se posesiona como nuevo Obispo de la Diócesis Monseñor Oscar Aníbal Salazar Gómez.

 

En la actualidad la parroquia está dirigida por los Padres Misael Castano Cardona como párroco y los sacerdotes Ramiro López Y Fredy Vallejo como vicarios parroquiales y Leiner Abdul Arias como adscrito.

 

 CONDICION SOCIO – POLITICA

 

La Dorada siendo un puerto pesquero a orillas del río Magdalena, se ha convertido en un pueblo cosmopolita donde convergen gentes venidas de muchas partes y regiones del país.

 

Muy difícilmente se puede dar un solo perfil de la gente de la Dorada, pues en este territorio habitan desde el alto ganadero con latifundios llenos de cabezas de reses cebú, hasta los pobres pescadores que viven en las orillas del río sobreviven de unos cuantos peces.

 

Es un territorio de contrastes sociales y económicos también por ser un lugar central y donde convergen varias vías de acceso, lo que ha traído grupos de personas que desplazadas o que han querido encontrar aquí su habitación y susbistencia.

 

 

La Dorada carece de empresas y fuentes de trabajo significativas.  



[1] ZOTA MORALES, Ana Bolena. Catedral Nuestra Señora del Carmen y otros hechos de La Dorada. Enero 2009. P.1